En México y en diversas partes del mundo uno de los mayores atractivos en los parques de diversiones, son las exhibiciones de delfines o en su defecto de lobos marinos, los cuales son criados en cautiverio y entrenados para ofrecer esta clase de espectáculos.
Al igual que los animales de los circos estos ejemplares son completa responsabilidad de sus entrenadores o cuidadores, quienes debían estar atentos a cualquier cambio en el comportamiento de sus animales, ademas de atenderlos en caso de alguna enfermedad.
Si hacemos memoria, el 8 de Julio de 2015, entro en vigor la Ley General de Vida Silvestre la cual entro otras cosas, prohibía el uso de animales salvajes en espectáculos circenses, esto con el fundamento de que los ejemplares que poseían los circos se encontraban en mal estado y los espacios destinados a ellos eran mínimos.
Así pues, es que con este fundamento, se aprueban las modificaciones a la ley, dando un plazo a los circos para liberar o bien re ubicar a sus especies en sitios con mejores condiciones.
No paso mucho tiempo antes de que los primeros problemas se presentaran, al acercarse a los zoológicos para integrar a estos organismos a sus hábitats estos respondieron con un rotundo no, mencionando que no se contaba con la capacidad suficiente para albergar los animales que se pretendían re-ubicar, ademas de no contar con recursos suficientes para cubrir las necesidades alimenticias de todos los animales que se pretendía ingresar.
Así mismo, al acercarse a la iniciativa privada, manifestaron la misma situación, por lo que ahora el problema era mayor, las opciones para ingresar a los animales de circo no podían recibirlos y el tiempo seguía pasando para los dueños de circos quienes con tal de evitar una multa millonaria prefirieron tomar la alternativa mas fácil.
El 90% de estos ejemplares, al ser animales en cautiverio murieron al poco tiempo de su liberación, al estar acostumbrados a recibir de manos de sus entrenadores el alimento, su instinto de sobrevivencia se vio disminuido, poco tiempo después de aprobada la ley era común encontrar noticias de animales presumiblemente de zoológicos muertos de inanición, los cirqueros tomaron la salida fácil y liberaron sus animales donde pudieran ocasionando una masacre.
Los partidos que aprobaron esto, principalmente el verde, fueron duramente criticados, ya que nunca presentaron alternativas de reubicacion de estos animales, ya que en palabras de la diputada Lourdes López Moreno si existían alternativas para estos animales, inclusive existian instituciones que podrían financiar el traslado, cosa que como fue obvia nunca sucedió.
Dos años después, se pone sobre la mesa el debate ahora con los delfinarios, aprobando la modificación a la ley 242 votos, en esta nueva modificación, se incluye entre otras cosas, la prohibición del uso de mamíferos marinos en espectáculos, así como el uso de los mismos en terapias medicinales y actividades recreativas.
Esta vez, si se pensó un poco en las posibilidades, mencionando que se hará un registro de todos los animales marinos que posean los diferentes parques los cuales, no podrán ser sustituidos por otros distintos, así mismo esta nueva ley contempla, que los organismos de los parques deberán ser responsabilidad del parque hasta el día en que estos mueran.
Aparentemente esta vez pensaron en todo, pero muchos de estos puntos a pesar de ser atractivos siguen estando mal sustentados, en un principio, se pedía la re-ubicación, pero volvíamos al mismo punto anterior, los espacios que podrían recibirlos muchas veces no cuentan con el espacio o los recursos suficientes para poder costear los gastos de los animales.
Referente al punto de la delfinoterapia, que también queda prohibida, en mi opinión se deberían dar nuevas alternativas a esto, ya que muchas de las personas que acuden a estos servicios padecen enfermedades del SNC.
Recordemos el caso de Keiko, una orca asesina, la cual, solo sobrevivió un año en libertad completa, lo cual orillo a regresarla a un estado de semilibertad, muriendo un año después de su liberacion a consecuencia de una "ligera neumonia" un claro ejemplo de que un animal criado en cautiverio y puesto nuevamente en libertad, no lograra readaptarse a su entorno.
En mi opinión, la modificación correcta a la ley debería ser sobre los hábitats de estos animales, se deberían fijar parámetros de tamaño de estanques, ademas de crear una dieta para estas especies, poner si lo quieren así, limitantes a los horarios de espectáculos y fijar como meta en los sitios que cuentan con delfines metas de reproducción de especies a fin de evitar la extracción desmedida, y lograr en especies jóvenes la introducción a ambientes naturales.
Esa es mi opinión, pero, vale la pena analizarlo...